Generaciones titulitis

En varios foros me he topado con la misma discusión: Un sujeto recién licenciado que pretende que en su primer empleo le paguen un pastizal o le pongan al frente de un equipo porque para eso tiene un título, y que si no es así prefiere estar en el paro. Señor titulitis: Nadie te paga un sueldo por tener un título, sino por lo que eres capaz de hacer.

Durante los últimos 20 años los adolescentes han ido directos a la universidad como si esta fuera una prolongación automática necesaria del instituto, un instituto II parte por decirlo de alguna forma. Salen por la puerta del instituto y entran por la de la universidad sin solución de continuidad. Aquel que no siga este sendero es automáticamente etiquetado como "fracasado". Ante semejante presión social los adolescentes terminan estudiando cualquier carrera aunque no tenga salida laboral porque lo único importante es conseguir el ansiado título: "Hijo vete a la universidad, para que no seas un fracasado y que nadie pueda decir que eres tonto, para que seas alguien en la vida, para que no tengas que trabajar de barrendero, si es necesario estate hasta los 30 en la universidad". En esta España clasista se confunde ser inteligente con tener muchos conocimientos, ser alguien en la vida con tener un papelito enmarcado, trabajo digno con llevar traje y corbata,... ¿Acaso un anciano que apenas sabe leer no es más inteligente que muchos universitarios? ¿Acaso no hay licenciados que son estafados por personas que no pasaron de la EGB? ¿Acaso no es igual de digno el trabajo de agricultor, barrendero, cloaquero, frutero, zapatero,... que el de ingeniero? Me rio de los licenciados que se ríen del aldeano que no sabe leer o del barrendero, por su falta de respeto y de inteligencia.

Y terminamos como hemos terminado: Generaciones completas de jóvenes con titulaciones universitarias y masters que no saben cambiar un enchufe, ni están dispuestos a hacerlo (mientras que por otro lado cuesta encontrar a alguien que te cambie un enchufe), y que prefieren irse a otro país antes que trabajar de algo que no "sea lo suyo" o antes de abrir un negocio.

Los efectos de la titulitis han sido devastadores:
  • Ya no es suficiente con tener un título universitario para "no ser un fracasado", ahora es necesario un master.
  • Se pide titulaciones, idiomas, masteres para trabajos que no lo necesitan (sobrecualificación) porque el seleccionador necesita filtrar a los candidatos de alguna forma y ¡la mayoría de estos se presentan con licenciaturas y másteres para un trabajo de fregaplatos! (ley de oferta y demanda: Cuantos más titulados hay, menos valor tiene su título hasta llegar a un punto de no tener ningún valor). Tener un título universitario empieza a ser un requisito indispensable para encontrar cualquier tipo de empleo, y en un par de décadas será necesario tener tres licenciaturas y media docena de másteres para trabajar de cajero en un supermercado.
  • A pesar de que la CEOE reclama a los trabajadores la movilidad horizontal (cambio de profesión) y a que muchas personas estarían dispuestos y encantados de cambiar de profesión, es difícil hacerlo sin el correspondiente título en esta España del titulitis. Y ya no hablemos de hacerlo pasados los 45 años.

Un servidor se pregunta que utilidad tiene tantas facultades de economía y empresariales.

Comentarios

  1. Completamente de acuerdo. Es más, ayer mismo hablaba con un amigo brasileño acerca de esto e incluso añadiría otros dos efectos terribles sobre la universidad española:

    - Universidad más cara. Es de cajón que si todo el mundo va a la universidad es imposible que el Estado pague las tasas o beque al 100% de los alumnos.
    Es una contradicción pretender que tu título sirva destacar en una entrevista de trabajo, pero que a la vez todo el mundo posea ese título. Hay que hacer una criba, y por supuesto si esa criba no se hace por talento acabará haciéndose por precio.
    De ahí que todos los países con universidad gratuita o barata tienen procesos de selección muchísimos más duros que España.

    - Bajada de calidad y programas basados en conocimientos muy básicos.
    Si la actitud es ir a la universidad para tener un título y "a ver qué cae luego", no existe especialización. Los estudiantes ni saben ni remotamente qué harán al salir. La universidad, para inflar más el globo, ofrece conocimientos muy generalistas (de paso te vende un máster de especialidad) y que luego sea la empresa la que te forme. Los alumnos tenemos la sensación de acabar sin tener la más remota idea de qué hacer si nos ponen a trabajar al día siguiente.

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