Diario de una sociedad enferma: ¿Quién votó al PSE en Nabarniz?

"curiosidades electorales": Crónica de una sociedad enferma talibán:

En Nabarniz, el pasado domingo, el resultado de las elecciones se resumía en una única papeleta. La del PSE. Nunca antes en esta localidad vizcaína, cuyos votos se reparten fundamentalmente entre EH Bildu y el PNV, se recuerda un sufragio a los socialistas. Y el domingo hubo uno. De 193 electores, uno se decantó por Patxi López. Ahí estaba el sobre. En la urna. Por eso, por lo inédito, la misión ayer en el pueblo consistía en tratar de descubrir al anónimo socialista, que, visto el asunto, logró pasar más desapercibido que un ganador del Euromillón.
Y mientras en Nabarniz buscaban a cualquiera que empuñara una rosa, en Aranzazu sufrían más que en una final Barça-Real Madrid a un minuto de la prórroga. Por difícil que pudiera parecer, en este municipio hubo un empate a 117 votos entre la candidatura jeltzale y la coalición independentista. Los dos partidos, por cierto, ganaron en las urnas de la mayoría de los municipios vascos: el PNV se impuso en 134 -77% de ellos vizcaínos- y Bildu en 102.
«¿Pero quién ha votado al PSE?», fue la pregunta más comentada en los corrillos de Nabarniz, pueblo de la comarca de Busturialdea que, con 12,2 kilómetros de extensión, cuenta con apenas 236 habitantes, 193 de ellos en edad de participar en unas elecciones. «Aquí todos nos conocemos y sabemos de qué pie cojea cada uno», aseguraba José Ignacio, regente de la Taberna Aboitiz. Por eso nadie se extrañaba ante los 98 vecinos que apoyaron a Bildu y tampoco de los 59 que hicieron lo propio con el PNV. Ni siquiera hubo sorpresas por los dos «despistados» que votaron a formaciones minoritarias que ni siquiera reflejaban los periódicos. Pero sí que llamaba la atención el simpatizante socialista.
«Tiene que ser alguien de fuera, de las cuatro o cinco familias que han comprado casa aquí en los últimos años», aventuraba José Ignacio. Aunque nadie se atrevía a corroborarlo. Según la responsable de la Herriko Taberna, «hace dos legislaturas salió una papeleta del PP, pero en 2009 nada, así que igual es un gracioso, vete tú a saber».
En el punto geográfico vasco donde sí tienen identificado a un único simpatizante popular es en el término guipuzcoano de Beizama, de 182 habitantes. «Es una persona mayor porque, como aquí solo hay un colegio, nos vemos todos y si él no aparece, como en 2009, el PP no se lleva nada», reconocía un ganadero de la zona reacio a dar más pistas sobre el vecino aludido, «porque estas cosas son muy personales».
Arana versus Modubar
Así, muy personal, lo consideraron también dos de los 25 votantes que ha tenido UPyD en el valle vizcaíno de Arratia y que solicitaron a la sede del partido en Bilbao que les hiciese llegar por correo postal los dos sobres con las correspondientes listas del partido ante el temor a que alguien les «descubriese» cogiéndolas en el colegio electoral. «No se atrevían a usar la cabina y mucho menos las papeletas que están a la vista de todos, así que se las enviamos», aseguraba ayer un responsable del partido.
Tan fieles como estos vecinos a UPyD parecen demostrarlo los simpatizantes de la izquierda abertzale en el municipio guipuzcoano de Orexa. En 2009, con este movimiento ilegalizado, solo se contabilizaron cinco votos para el PNV en las elecciones autonómicas. El pasado domingo, la formación jeltzale tuvo dos y Bildu sumó 75. De 89 posibles.
Para fidelidad, la de la izquierda con Mikel Arana, aunque de poco le haya servido al representante de IU en Euskadi, que se queda fuera del Parlamento, al igual que la corriente "rival" englobada en Ezker Batua y que tenía como máximos portavoces a Raquel Modubar y José Navas. A tenor de los resultados cosechados el domingo, Ezker Anitza ganó a EB en el 60% de municipios vascos, además de empatar en otros 32 pueblos. También Arana superó en más de un 42% a las 17.301 papeletas que logró Raquel Modubar, aunque nada de eso importó: el denominado quinto espacio político -el que quedá por detrás del PNV, EH Bildu, PSE y PP- lo ocupará UPyD, mientras la representación de IU abandona la Cámara.
Si se extrapolan los resultados autonómicos por municipios, el PSE no puede alardear precisamente de fidelidad. Especialmente en Bizkaia, donde solo ha logrado mantener sus feudos de Ermua y Portugalete tras ceder al PNV los de Barakaldo, Basauri, Etxebarri, Santurtzi y Sestao, localidades que tradicionalmente han conformado un auténtico bastión socialista. Menos mal que queda Nabarniz.
¿Curiosidades electorales dicen ustedes en el correo? No es ninguna curiosidad, es para llorar, es triste.

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