Intervencionismo cultural
A todas las administraciones les gusta el intervencionismo cultural.
Los nacionalistas rebuznan continuamente contra el intervencionismo cultural franquista, para a continuación practicarlo ellos escudándose en el franquismo, ¿Que que quedamos?. Se ponen cachondos hablado sobre lo que ellos llaman "normalización lingüística", pero se niegan en redondo a aplicárselo a si mismos. Aún no han explicado porque consideran que la situación actual es anormal y cual es para ellos la situación normal. Alegan diversidad lingüística, pero cuando legislan consideran que la población vasca debemos ser ser lingüísticamente homogenos, ignorando que hay zonas en las que nunca se ha hablado euskera y confundiendo idiomas con territorios.
El estado nos dice que nos debe gustar el cine hecho en España y la tauromaquia. Y como nos nos gusta, nos castiga obligando a mantener esas industrias con nuestros impuestos (más de la mitad de los ingresos de la industria del cine, provienen de subvenciones). ¿A caso debe gustarme las pizzas de la pizzeria de mi edificio solo porque viva en el mismo edificio?
¿Por qué una exposición se subvenciona y otra no? ¿Por qué ponen en la lista de patrocinadores 15 administraciones diferentes, cuando el patrocinador es el mismo: el contribuyente?
¡Ya basta de intervencionismo cultural! El intervencionismo cultural sale caro, económicamente y culturalmente, y lastra la evolución normal de la cultura.
Los nacionalistas rebuznan continuamente contra el intervencionismo cultural franquista, para a continuación practicarlo ellos escudándose en el franquismo, ¿Que que quedamos?. Se ponen cachondos hablado sobre lo que ellos llaman "normalización lingüística", pero se niegan en redondo a aplicárselo a si mismos. Aún no han explicado porque consideran que la situación actual es anormal y cual es para ellos la situación normal. Alegan diversidad lingüística, pero cuando legislan consideran que la población vasca debemos ser ser lingüísticamente homogenos, ignorando que hay zonas en las que nunca se ha hablado euskera y confundiendo idiomas con territorios.
El estado nos dice que nos debe gustar el cine hecho en España y la tauromaquia. Y como nos nos gusta, nos castiga obligando a mantener esas industrias con nuestros impuestos (más de la mitad de los ingresos de la industria del cine, provienen de subvenciones). ¿A caso debe gustarme las pizzas de la pizzeria de mi edificio solo porque viva en el mismo edificio?
¿Por qué una exposición se subvenciona y otra no? ¿Por qué ponen en la lista de patrocinadores 15 administraciones diferentes, cuando el patrocinador es el mismo: el contribuyente?
¡Ya basta de intervencionismo cultural! El intervencionismo cultural sale caro, económicamente y culturalmente, y lastra la evolución normal de la cultura.
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