Nuestro sistema electoral

Para simplificar, 53 circunscripciones electorales (una por provincia), 100.000 votos para obtener un escaño en cada circunscripción.

El partido A se presenta en todas las provincias obteniendo en cada una de ellas 90.000 votos.
El partido B se presenta en una sola provincia, donde obtiene 300.000 votos.

El partido A obtiene en total 4.770.000 votos (53*90.000)
El partido B obtiene en total 300.000 votos (1*300.000)

Ahora viene lo gordo:

El partido A obtiene 0 escaños, ya que en ninguna circunscripción ha obtenido 100.000 votos.
El partido B obtiene 3 escaños, ya que en una solo circunscripción ha obtenido 300.000 votos.

El partido B obteniendo 16 veces menos votos que A, B obtiene 3 veces más escaños que A.

¿Esto es un sistema electoral democrático? ¿Se puede considerar realmente que la composición del parlamento es representativo de la voluntad del pueblo? ¿Se pueden considerar legitimas las decisiones que tome este órgano?

Es por esto por lo que se dice que los nacionalistas están sobrerepresentados en el parlamento. Es preferible montar un partido que tenga gran peso en unas pocas circunscripciones electorales que uno que tenga presencia nacional, si lo que se quiere es el poder por el poder. Pregúntenselo ustedes a Izquierda Unida o a UPyD.

Comentarios

  1. Solamente un error de cálculo.

    Si el partido A obtiene 0 escaños y el B obtiene 3, es falso decir que B obtiene el triple de A, porque 0x3=0, para que esa afirmación fuese cierta, A debería tener al menos 1.

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  2. Cierto. Pero tampoco estaba intentando hacer un cálculo preciso, solamente dejar en relieve lo antidemocratico de nuestro sistema de reparto de escaños, que teniendo varias veces más votos que otro no te garantiza tener varias veces más escaños que el otro.

    Y explicar de paso la razón por la que se suele decir que los partidos nacionalistas están sobrerepresentados.

    Tampoco es cierto que para conseguir un escaño se necesiten exactamente 100.000 votos.

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  3. Nuestro sistema electoral, una entelequia febril y transnochada desde los tiempos de la transición, es una de las piedras angulares que soportan el traumático y asimétrico cómputo de votos en nuestro país

    Desde hace años viene llegando a España la hora de las minorias y, pasados ya más de 30 años, las minorías nacionalistas han llegado para instalarse. En un principio eras pocos, vascos y catalanes, pero ahora pretender ser 17 taifas ibéricas si la ley D´Hont se lo permite.

    Los nacionalistas han venido para quedarse, sí, pero para quedarse con la caja y echar a correr con la pasta. Los nacionalistas, los grandes beneficiarios del cómputo electoral, no desean por nada del mundo que se altere este auténtico chollo, la veta madre electoral computerizada por ley, veta que solo ha servido para sembrar la discordia y la desigualdad entre ciudadanos que siempre debieron ser iguales.

    Saludos

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