Medidas que se imponen, inspiradas en la campaña antitabaco, para atajar la política perniciosa

  • Implantar el Día Mundial sin Políticos. Un día sin intermediarios, sin aguafiestas, sin vendedores de crecepelo, sin engatusadores, sin profesionales de la manipulación…Un día feliz.
  • Prohibirse todo tipo de publicidad y financiación de los partidos políticos y de la bondad de la política, con fondos públicos.
  • Cuando se retransmita televisivamente a un político haciendo declaraciones, habría que incluir una leyenda al pie: “ La política perjudica la fe y credibilidad en las personas”, o “ La política provoca crecimiento desaforado de la nariz como Pinocho así como dificultades para ponerse colorado cuando se pilla en mentiras”.
  • Prohibir ocupar cargos políticos antes de los 30 años y después de los 50 años, pues la política es veneno para los inmaduros, que si la prueban no la sueltan, y droga para los muy maduros que no pueden liberarse de su adicción a los coches oficiales, a los tratamientos y al mando en plaza.
  • Establecer Zonas habilitadas para político adictos, donde entregarse al vicio de hablar de política con ruido y furia.
  • Establecer igualmente, Zonas libres de políticos y de políticas, espacios donde no se habla de política, donde no se permitiesen periódicos inflamados, ni radios echa veneno, ni predicadores con solución para todo. Un mundo feliz.
  • Proteger a los electores “pasivos”, quienes no creen ni les interesa la política mas allá de las vísperas electorales, respecto de los electores activos, quienes conciben los partidos políticos como equipos de fútbol de sus amores y dan la tabarra a todo el que les rodea intoxicando con sus filias y fobias.
  • Los carteles de publicidad electoral o folletos de los partidos políticos deberán incluir una leyenda visible exponiendo alguno de los siguientes mensajes: “Cada 10 minutos muere un elector”, “Cuidado: estos politiquillos te están matando”, “Oir a los políticos durante el embarazo daña la salud del bebe”, etc.
  • Campañas dedicadas a población de especial riesgo: pensionistas, funcionarios, etc.

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