Cine subvencionado

Dado que se nos obliga a todos los contribuyentes a ser productores de cine "español" (no puede ser español un cine que no gusta a los españoles), ¿No deberían estar disponibles en la web del ministerio de "cultura" para su descarga totalmente libre de DRM?

A titulo de ejemplos sobre como nos roban estos parásitos: Almodovar ha recibido una subvención de 60.500 € para promocionar su película Volver (a robar) en el Festival de Cannes; o de las 39 cintas que fueron subvencionadas en 1990 solo se estrenaron 22, es decir 17 estafas.

CINE ESPAÑOL = PARÁSITOS

¿Por que las salas de cine tienen la obligación de pasar cierto porcentaje de cine "español" cuando las salas están vacías?

CINE ESPAÑOL = PARÁSITOS

¿Por que las tv tienen que dedicar un porcentaje de sus beneficios a producir cine "español"?

CINE ESPAÑOL = PARÁSITOS

Manipulación del lenguaje y republicanismo

Durante las últimas tres décadas se ha estado manipulando el lenguaje sistemáticamente, deformando el significado de ciertas palabras, lo que ha traído confusión y sectarismo político (o el sectarismo político ha manipulado el lenguaje, lo mismo me da).

Soy republicano por que me gustaría poder elegir al presidente del país directamente. Me gustaría que existiera una estricta separación de poderes - sin ni siquiera bancos azules -, listas abiertas, etc.... Por tanto soy republicano por convicción democráticas, no por odio a nada. Esto último significa que si tengo que elegir entre la actual monarquía parlamentaria o traer al presente la II República, como pretenden los segundos republicanos anclados en el siglo pasado, prefiero quedarme con lo que tengo ahora.

Mi concepto de III República no es precisamente la II República, sino una república moderna como Alemania, Francia, etc...

Son precisamente los nostálgicos de la II república los principales enemigos del republicanismo en España. Han logrado que la sociedad (poco instruida políticamente digase de paso, para empezar por intereses de la partitocracia) haya asociado república con II República con Guerra Civil con una carga negativa con izquierda con radicalismo, etc... y poco con democracia, libertad, igualdad, etc... Y por este motivo, a pesar de que muchos no les gusta la monarquía, no apoyan la república decididamente, prefieren la monarquía, sin saber que otra república es posible.

La rojigualda no es la bandera franquista (otra cosa es que haya gente que no le guste la rojigualda y preferirían otra, pero esto no es motivo para manipular la historia) puesto que no fue Franco quien la diseño para su régimen. Fue aprobada en 1785 (aunque cierto es que para la marina y en 1843 para todos las unidades militares), 107 años antes de que Franco naciera, por tanto, malamente va a ser franquista. Lo que si es franquista es el escudo que puso en nuestra bandera, arropándose indevidamente y manipulando el escudo de los Reyes Católicos, escudo que no le pertenecía.

Por cierto, informo que durante la I República la bandera oficial fue la rojigualda. Tampoco quiero insistir más en el asunto de las banderas, por que para mi lo más importante no es la bandera, sino la república. Aunque tenga preferencia por la rojigualda, no tendría problema de que la oficial fuera cualquier otro diseño.


Parlamentos-florero

¿Para que queremos un parlamento de 300 diputados cuando estos votan lo que el partido les dice (disciplina de partido), con interminables sesiones que antes de empezar las mismas ya se sabe cual va ser el resultado de la votación?

¿No sería más eficaz y mucho más barato una mesa redonda donde se sienta un portavoz por cada partido con representación en el parlamento y emplear voto ponderado?

Y lo mismo aplicado a los parlamentos autonómicos, provinciales y municipales.

Agencias y contribuyentes

"Agencia Andaluza para el Fomento del Flamenco". Así se llama una de esas agencias que crecen como setas en nuestro país y que, en este caso, se supone que es para fomentar el flamenco... ¿O no será más bien una excusa para crear unos cuantos cargos políticos más a ocupar por miembros del partido de turno y vivir parasitando a la sociedad? (en el blog de Bibiana Aido he podido contar 21 personas)

¿Y que me dicen de la duplicidad de agencias (como la Agencia Vasca de Meteorología cuando el servicio ya lo presta el INM) o la publicidad institucional?

Y es que este tipo de chorradas nos cuestan dinero a los contribuyentes y no nos aporta nada. ¿No sería una ayuda para los ciudadanos que todas estas agencias sean cerradas? Por que sin todas estas chorradas habría menos gasto público y por tanto menos impuestos.

Y luego hay que aguantar el que nos vengan con "no hay dinero". ¡Claro que no hay dinero! Mientras se gaste en este tipo de cosas no lo hay.

Y es que cada vez que oigo uno estos nombres no puedo evitar sentirme como si me estuviera timando un trilero.

Partitocracia

La partitocracia constituye una deformación sistemática de la democracia. Cada partido tiene sistemáticamente que atacar al otro.

La partitocracia es aquella forma de Estado en que las oligarquías partidistas asumen la soberanía efectiva.

Cadena perpetua

Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados

Constitución, artículo 25.2

El llamado Violador del ascensor va a salir a la calle sin haberse reinsertado tras cumplir 15 años de prisión por 18 violaciones y 2 asesinatos. Es decir, que no se ha cumplido la constitución y sigue siendo igual de peligroso que cuando entro. Y ahora hay que aguantar a la vicepresidenta afirmar que se intentarán que se aplique la doctrina Parot.

Si hace 20 o 25 años los políticos hubieran echo su trabajo y hubieran aprobado la cadena perpetua con revisiones periódicas y periodo de seguridad no estaríamos ahora con este problema y no habría que retorcer la ley para buscar algún resquicio para mantener a este peligroso individuo en la cárcel.

Pero no hay esperanzas que cambien. La vicepresidenta nada ha dicho de plantearse la cadena perpetua, así que dentro de 20 años seguiremos teniendo casos como estos, por unos extraños complejos que tiene nuestra casta política.

Las razones que exponen son asombrosas:
  • No es democrático. Entonces Francia, Alemania, Inglaterra,.... ¡¡¡¡no son democracias!!!
  • No sirve para nada. Eso dígaselo a la cara a las numerosas víctimas de violadores en permiso de fin de semana.
  • No es constitucional. Es constitucional si es una cadena perpetua con revisiones periódicas y periodo de seguridad. Es decir, en el momento que se acredite que se ha reinsertado, puede salir a la calle. El preso sabe que o se reinserta o no sale a la calle en su puta vida, a diferencia de la actualidad, que sabe que se reinserte o no va a salir a la calle, lo cual no es muy constitucional.
¿Por que os da tanto miedo meter a un delincuente de por vida en la cárcel? ¿A quien creéis que estáis beneficiando con esta actitud tan atrasada?

Pacto por la justicia

¿Por que lo llaman "pacto por la justicia" cuando en realidad quieren decir "repartirse la tarta del judicial"?

Yo tengo una posible solución para que haya una separación real entre el Judicial y el Legislativo-Ejecutivo (otro día hablaré de como separar este único poder en dos poderes): ser elegidos los miembros de TC y del CGPJ con carácter vitalicio por el parlamento.

La diferencia iba ha ser notable: ya no se renovarían de golpe todos los miembros todas las legislaturas, si no que serían renovados a medida que los miembros se vayan jubilando o muriendo. Ya no veríamos las peleas de los partidos con más peso para poner a "los suyos". Sería difícil que un partido llegara a controlar el Judicial por el mero hecho de tener un gran peso temporal en el parlamento.

Y ahora la pregunta: dado que el TC es un órgano elegido por los partidos; cuando un ciudadano cualquiera acuda al TC en busca de amparo y ese amparo sea contrario a los intereses del partido con más peso (actualmente PSOE), ¿Creéis realmente que se impartirá justicia o se tomará la decisión que interese al partido que controle la mayoría del TC?

Separación de poderes y revolución francesa.

Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución.

Artículo 16,
Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (26 de agosto de 1789)
189 años después de esta declaración, fue aprobada la Constitución de 1978 en la que no existe la separación de poderes. ¿Tenemos realmente una Constitución? En 1789 el pueblo Francés lo tenia claro, la respuesta hubiera sido: NO.



Nuestro sistema electoral

Para simplificar, 53 circunscripciones electorales (una por provincia), 100.000 votos para obtener un escaño en cada circunscripción.

El partido A se presenta en todas las provincias obteniendo en cada una de ellas 90.000 votos.
El partido B se presenta en una sola provincia, donde obtiene 300.000 votos.

El partido A obtiene en total 4.770.000 votos (53*90.000)
El partido B obtiene en total 300.000 votos (1*300.000)

Ahora viene lo gordo:

El partido A obtiene 0 escaños, ya que en ninguna circunscripción ha obtenido 100.000 votos.
El partido B obtiene 3 escaños, ya que en una solo circunscripción ha obtenido 300.000 votos.

El partido B obteniendo 16 veces menos votos que A, B obtiene 3 veces más escaños que A.

¿Esto es un sistema electoral democrático? ¿Se puede considerar realmente que la composición del parlamento es representativo de la voluntad del pueblo? ¿Se pueden considerar legitimas las decisiones que tome este órgano?

Es por esto por lo que se dice que los nacionalistas están sobrerepresentados en el parlamento. Es preferible montar un partido que tenga gran peso en unas pocas circunscripciones electorales que uno que tenga presencia nacional, si lo que se quiere es el poder por el poder. Pregúntenselo ustedes a Izquierda Unida o a UPyD.

Democracia vergonzante

La política en España son los partidos, y el poder de sus cúpulas convierte en una broma la separación del ejecutivo, legislativo y judicial

MANUEL Pimentel
Exministro y escritor

Vivimos en una democracia tutelada, cuyos fundamentos debemos denunciar. Nos engañan con nuestra supuesta libertad, cuando en verdad nuestros derechos democráticos son casi inexistentes. Sin embargo ningún partido denuncia esta ofensiva realidad. ¿Por qué? Pues porque viven apoltronados en su cómodo sistema de privilegios, en el que no responden ante nadie, ni tienen contrapeso alguno de poder. Las fórmulas creadas por la transición, muy adecuadas para la España de los 70, se han quedado desfasadas para una sociedad que ha evolucionado de manera sensible. Como no existían partidos en el inicio de la transición, se les concedieron una serie de privilegios para ayudarlos a consolidarse. Pero han pasado 30 años, nuestra sociedad se ha hecho democráticamente madura, y, sin embargo, los partidos siguen funcionando bajo los mismos supuestos de hace 30 años. Nuestro modelo de aparato-partido se ha quedado absolutamente antiguo, pero nadie levanta la voz contra ese carpetovetónico entramado.

EMPECEMOS por partes. La política en España es el partido político. No existe ninguna otra vía de participación distinta a la de los partidos, que ostentan el monopolio absoluto de la acción democrática. Pero su funcionamiento interno no se atiene a los principios democráticos que dicen representar. En verdad se basan en una compleja relación de clientelismos recíprocos. El primero de todos ellos reside en las listas electorales bloqueadas y cerradas, a las que el ciudadano debe votar sin poder expresar su opinión sobre ninguno de los nombres que figuran en ella. Los aparatos centrales de los partidos imponen esos nombres, a los que después exigen fidelidad ciega.
La docilidad con respecto al poder interno es el principio indispensable para los que quieren hacer carrera política. Recordemos aquello de "el que se mueve no sale en la foto". No es cierto eso de que los diputados han sido elegidos por el pueblo: en verdad han sido impuestos por los aparatos. La Cámara no está compuesta por los representantes de los ciudadanos, sino por los seleccionados por los poderosos de los correspondientes partidos. El votante ha sido enseñado a votar a bloques, independientemente de los nombres que figuran bajo sus siglas. Es muy frecuente oír en el seno de los grandes partidos: "Ya sabes, aquí pones una cabra y sale". Hay que romper ese vergonzante sistema de elaboración de listas, que desconfía de los ciudadanos, a los que toma por menores de edad. Sólo los votantes deben decidir qué personas les deben representar. Actualmente esa facultad está secuestrada por los aparatos de los partidos. Urge cambiar nuestra legislación con el objetivo de hacer obligatorias las primarias internas, así como las listas abiertas, amén de cambios en el tamaño de las circunscripciones electorales.
Pero los privilegios no acaban ahí. Aunque mucha gente no lo sepa, el diputado no tiene facultad alguna de iniciativa parlamentaria. Todo ha de ser aceptado por los órganos del grupo, que han sido nombrados desde el partido. Sin la firma de los responsables del grupo parlamentario, ninguna iniciativa de los diputados, por insignificantes que sea, podrá tramitarse en la Mesa. Los grupos parlamentarios actúan como comisarios políticos.
En nuestra democracia tutelada, el Parlamento es prescindible. Bastaría con que los portavoces se reunieran en torno a una mesa camilla y decidieran mediante voto ponderado. Los diputados son simples máquinas de votar lo que les ordena su respectivo portavoz, que a su vez sigue indicaciones del partido. Los aparatos no se conforman con el privilegio de elegir a dedo a sus candidaturas, sino que además las controlan a través del comisariado político que en verdad son los grupos. Las sesiones parlamentarias sólo tienen un objetivo: salir por televisión. Los debates jamás convencen a ningún diputado. Nunca las intervenciones parlamentarias cambiaron el voto de nadie. No es sostenible este modelo de parlamentarismo vergonzante.

EN ESPAÑA no existe separación de poderes. El único poder es el del aparato-partido, que pone y controla a los diputados, y elige al ejecutivo. El gobierno y el legislativo son meras expresiones de un solo poder, el que emana del partido que los nomina. Tampoco el poder judicial es independiente: el Constitucional y el CGPJ son elegidos por los diputados, esto es, por el partido. ¿Y qué decir del fiscal general del Estado, directamente nombrado por el Gobierno? Con estos precedentes, afirmar que en nuestra democracia tutelada existe la separación de poderes, no es más que una simple broma. Todo el sistema gira en torno a un poder exclusivo, el del partido político.
Pues pongo sobre la mesa una propuesta para volver a ilusionarnos con la política: ¿por qué no reformamos en profundidad las leyes --Constitución incluida-- que sustentan esta ficción de democracia en la que vivimos? Yo, al menos, me apuntaría.

España: la democracia ya no existe

Treinta años después de las primeras elecciones libres, tras la muerte del general Franco, la llamada "democracia" española ya no existe, tras haber sido cuidadosamente prostituida por los grandes poderes y transformada en una oligocracia donde los partidos políticos ocupan la cúspide y controlan casi la totalidad del poder.

La Constitución, garantía del sistema, apenas tiene vigencia en regiones como el País Vasco y Cataluña, mientras flaquea en el resto de un Estado donde el "demos" (pueblo) ha sido suplantado por el "oligo" de las élites dominantes.

Casi la totalidad de los controles que la democracia establece para limitar los grandes poderes han dejado de existir, hasta el punto de que en España los poderosos son prácticamente impunes. Los partidos políticos han acabado con la separación de los poderes; la sociedad civil ha sido invadida por los partidos políticos y está al borde del coma; las elecciones son escasamente libres porque son los partidos políticos, con sus listas cerradas y bloqueadas, los que realmente eligen a los representantes, no los ciudadanos; los elegidos en las urnas no responden ante sus electores, sino ante las poderosas élites de sus respectivos partidos; la ley, máxima garantía del sistema, es interpretada y aplicada según convenga al gobierno; las fuerzas de seguridad, más que al servicio de la ley parecen estar al servicio del partido que gobierna.

La situación de la "democracia" española es tan angustiosa, que sólo las capas más desinformadas y menos ilustradas de la población siguen creyendo en ella.

El deterioro del sistema ha traído consigo un similar deterioro de las costumbres y de los valores: la violencia ha penetrado en la vida cotidiana generando inseguridad ciudadana y desconfianza; la igualdad, virtud esencial en democracia, no existe en una sociedad donde los ricos y poderosos viven un mundo y los pobres otro; la imagen de lo público está por los suelos, tras el avance incontenible de la corrupción y el enriquecimiento ilícito de los poderosos; las alianzas bastardas dominan la vida mercantil, con un gobierno que otorga concursos y concesiones a los amigos y que margina a los adversarios; los políticos no dan ejemplo a nadie y están enfrentados entre sí no por razones ideológicas o por defender un modelo concreto de sociedad, sino porque todos quieren alcanzar y y controlar el poder.

Instituciones ausentes, ciudadanos marginados y asustados, políticos y magnates arrogantes y divorciados del pueblo y, sobre todo, partidos políticos insaciables y sin control son la fauna dominante de esta democracia degenerada española que se ha hecho anciana e inservible en tan sólo treinta años.

El terrorismo, una lacra que causa menos víctimas que el tráfico o la gripe, ha sido magnificado por el poder político y convertido en la gran bestia a combatir sin otro objetivo que evitar que el ciudadano fije su atención en los verdaderos dramas de su existencia: la desigualdad, la indefensión ante la enfermedad y la muerte, la vivienda inaccesible, la inseguridad frente a las bandas de delincuentes, la parálisis de la Justicia, etc, etc.

De la democracia española apenas quedan el nombre y una libertad de expresión que, controlada, apenas hace daño al poder porque, dueño o aliado de los grandes medios de comunicación, tiene capacidad suficiente para confundir, desinformar y controlar a las masas.

Con muchos de los empresarios plegados a la subvención y a los contratos y concesiones públicas, con casi la totalidad de los periodistas lejos de la independencia y trabajando no para la verdad sino para un partido u otro y con gran parte de los intelectuales y docentes acobardados o "empotrados" en el poder, ocupando sillones bien pagados a cambio de silencio o fabricando ideas y argumentos para el poder, la esperanza de regeneración en España es una utopía difícilmente alcanzable en las presentes circunstancias de deterioro y cobardía.

Apenas un escuadrón de ciudadanos libres estamos en la lucha, casi todos en los casi clandestinos hilos de Internet, mientras que la mayoría de la gente de bien ha sucumbido al miedo y rumia su rencor y rechazo al poder encerrada en sus casas, abrazada a la soledad, detrás de puertas blindadas.

http://www.votoenblanco.com/index.php?action=article&numero=1791

República presidencialista

Soy republicano, más concretamente republicano presidencialista. Y soy republicano no por que odie a la monarquía (todo lo contrario, agradezco a Juan Carlos haber traído la democracia) sino por que lo considero un sistema más democrático que la monarquía.

¿Que es eso de republicano presidencialista?. Existen básicamente dos tipos de repúblicas democráticas (por que también hay repúblicas no democráticas, como las islámicas):
  • República parlamentaria: El presidente de la República es elegido por el parlamento. No me gusta esta formula (que es la que se uso en la II república) por que la elección del presidente queda sometido al mismo juego del chantaje político que el nombramiento del presidente del gobierno con el actual sistema: "si me das esto y lo otro, los parlamentarios de mi partido te votan", "si me das estas competencias, te doy el voto de los parlamentarios de mi partido". En la práctica es el presidente de las cúpulas de los partidos y más en concreto de las cúpulas de los partidos con pocos parlamentarios. Representa a los partidos, pues estos le eligieron.
  • República presidencialista: El presidente de la República es elegido directamente por el pueblo. El Presidente de la República lo es por la voluntad del pueblo, no por los intereses políticos de los partidos. Representa a los ciudadanos, pues nosotros le elegimos.

Políticos y jueces morales

¿Que opinan de esos gobiernos que decretan que aspectos de la vida de los personas son "normales" y decide intervenir para que aquellos que son "anormales" dejen de ser lo? Posiblemente, ahora que estamos en periodo olímpico, piensen que me estoy refiriendo al gobierno chino o quizás a Irán (donde recientemente han vuelto a ahorcar a unos homosexuales), o quizá a sistemas totalitarios como Corea del Norte, Cuba, etc....

Pues se equivocan, no hace que vayan tan lejos. Siguiendo con la mentalidad descrita en el post anterior (el político está por encima de todo, incluso es juez moral), aquí mismo, en nuestra república bananera, tenemos un Gobierno (el del País Vasco) que hace varias décadas decidió cual es La cultura "normal".

Como vieron que culturalmente estábamos perdidos y dado que nuestra querida casta política se "preocupa" tanto de nosotros (como si fuéramos menores de edad), decidió tomar cartas en el asunto y aprobaron, para ayudarnos a volver al redil cultural normal, lo que denominaron "política de normalización lingüística". ¡A quien se le ocurre practicar una cultura anormal!, hay gente que tiene cada cosa...

Eso si, que nadie se meta en las vidas privadas de los políticos.

Este tipo de cosas solo ocurren en repúblicas bananeras como en la que vivimos.

Imperio de la ley e imperio de la política

Aún resuenan en mi cabeza aquellas palabras que dijeron en el proceso "de paz" sobre que hay que aplicar la ley en función del clima político. En realidad no hicieron otra cosa más que reconocer en voz alta lo que gran parte de nuestra casta política piensa: que ellos están por encima de todo y todo debe estar al servicio de lo político, incluyendo la ley. Dice mucho sobre el concepto y calidad de democracia que tienen nuestras castas políticas.

Pues bien, yo exijo el mismo "derecho" y quiero que las leyes se apliquen en función de mis intereses personales. ¿O acaso soy menos que los políticos?

Este tipo de cosas solo ocurren en repúblicas babaneras como en la que vivimos.